

Ha sido un safari minero estupendo, he visto piezones que ni me imaginaba que existieran, contactos con personas que estudian o conocen muy bien el mundo de la iluminación minera y añadir que los organizadores nos han tratado con especial delicadeza.
A modo de ejemplo, vino hasta donde tenía mis libros un señor que no conocía y compró los dos que llevé a esta feria. Luces en las minas de Asturias: Lámparas de seguridad y Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo. Una vez que los adquirió se presentó y nos dijo que era geólogo del Museo de Historia Natural de París. Estuvimos un rato hablando y nos invitó a visitar este museo. Añadió que me pusiera en contacto con él cuando estuviese en París para estar presente. Me apuntó su e-mail en una de las hojas de propaganda que habréis visto en alguna foto, pero con tal mala suerte que a Asturias no han llegado. Ignoro si se fue para Alemania con unos libros o se traspapeló.
Pero bueno, habrá modo de preguntar por él e ir a visitarlo en ocasión propicia.
Respecto a la organización, perfecta.
Además para recuperar fuerzas, nos dieron por la mañana café con un bollo, a las once bocadillos con champán a discreción. He de reconocer que me bebí cuatro copas y mi cabeza lo notó inicialmente. Posteriormente nos obsequiaron con doble ración de helado. Todo ello amenizado por una orquesta, que si bien su cantante principal no estaría en Asturias entonando una toná; pero bueno…, era lo que tocaba.
Nos despidieron con el deseo de esperar por nosotros el próximo año, si Dios quiere.
La próxima cita importante, creo que toca allá por el mes de abril en Böchum (Alemania), ciudad hermanada con Oviedo.
A modo de ejemplo, vino hasta donde tenía mis libros un señor que no conocía y compró los dos que llevé a esta feria. Luces en las minas de Asturias: Lámparas de seguridad y Luces en las minas de Asturias: Candiles de sapo. Una vez que los adquirió se presentó y nos dijo que era geólogo del Museo de Historia Natural de París. Estuvimos un rato hablando y nos invitó a visitar este museo. Añadió que me pusiera en contacto con él cuando estuviese en París para estar presente. Me apuntó su e-mail en una de las hojas de propaganda que habréis visto en alguna foto, pero con tal mala suerte que a Asturias no han llegado. Ignoro si se fue para Alemania con unos libros o se traspapeló.
Pero bueno, habrá modo de preguntar por él e ir a visitarlo en ocasión propicia.
Respecto a la organización, perfecta.
Además para recuperar fuerzas, nos dieron por la mañana café con un bollo, a las once bocadillos con champán a discreción. He de reconocer que me bebí cuatro copas y mi cabeza lo notó inicialmente. Posteriormente nos obsequiaron con doble ración de helado. Todo ello amenizado por una orquesta, que si bien su cantante principal no estaría en Asturias entonando una toná; pero bueno…, era lo que tocaba.
Nos despidieron con el deseo de esperar por nosotros el próximo año, si Dios quiere.
La próxima cita importante, creo que toca allá por el mes de abril en Böchum (Alemania), ciudad hermanada con Oviedo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario